
En estos tiempos en que Dios, nuestro señor, esta "ausente" y tiene un tanto olvidado los asuntos domésticos, algunos buscamos rincones de silencio que El creò, y es en las montañas donde yo los encuentro.
Dame silencio y dame frio... dame la luz del sol y las ganas de volver, que de lo demás me encargo yo.