Con la camisa pegada al cuerpo por el sudor frio, apretando el gatillo con los ojos cerrados, bien prietos para no ver, con los nervios crispados y los músculos rígidos, el ruido se clava en el cerebro, resuena en los huesos... apaga mi grito, que hago aquí?, lejos de todo , de Tí, me pego a la tierra... Es el olor dulce, a sangre, el que me paraliza... ese mismo que me matará como la bala perdida... pero mas despacio. Me quedaré aquí acurrucado a esperar...
3 comentarios:
"Es el olor dulce, a sangre, el que me paraliza..."
Ahora sí me dejaste helada Capitán. Que buen texto.
Yo también me acurruco a esperar.
Buena suerte compañero, creo que te ha tocado de lleno
Quédate ahí, pero sólo un ratito. Podrías luego mover un dedo, luego otro, la mano, el brazo y lentamente te levantas y te vas a otro sitio...
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