martes, 23 de noviembre de 2010

el miedo

Con la camisa pegada al cuerpo por el sudor frio, apretando el gatillo con los ojos cerrados, bien prietos para no ver, con los nervios crispados y los músculos rígidos, el ruido se clava en el cerebro, resuena en los huesos... apaga mi grito, que hago aquí?, lejos de todo , de Tí, me pego a la tierra...
Es el olor dulce, a sangre, el que me paraliza... ese mismo que me matará como la bala perdida... pero mas despacio.
Me quedaré aquí acurrucado a esperar...

3 comentarios:

Mond dijo...

"Es el olor dulce, a sangre, el que me paraliza..."

Ahora sí me dejaste helada Capitán. Que buen texto.

Yo también me acurruco a esperar.

Javier dijo...

Buena suerte compañero, creo que te ha tocado de lleno

arda dijo...

Quédate ahí, pero sólo un ratito. Podrías luego mover un dedo, luego otro, la mano, el brazo y lentamente te levantas y te vas a otro sitio...